«¡Hola! Soy Rosa Santos y comencé con Sandra hace 10-11 años. Practicar pilates se ha convertido para mí en una necesidad muy satisfactoria. Los que desempeñamos nuestra jornada laboral sentados ante un ordenador padecemos muchas dolencias en la espalda, por lo que cualquier actividad física que podamos hacer después de tantas horas sentados, siempre es de agradecer. Eso sí, siempre mejor con la supervisión de una magnífica profesional como Sandra. Yo llevo ya muchos años con ella, empecé por recomendación de mi fisio, sin saber muy bien qué era el pilates, pero ahora mismo no lo cambiaría por nada. No renuncio a ello ni estando contracturada, porque sé que los estiramientos y ejercicios que hacemos están enfocados a soltarnos y liberar la musculatura agarrotada. En un par de ocasiones, he asistido a clase con lumbago y la mejoría que he notado durante la clase ha sido inmediata. No quiero decir que el pilates sea milagroso, pero si eres constante y cuentas con la supervisión y el control de un buen profesional notarás los beneficios, seguro. Es muy satisfactorio ver que hay ejercicios que cuando nos los explican por primera vez, nos parecen posturas del Circo del Sol, pero al intentarlos vemos que somos capaces de hacerlo. Es un subidón.

Gracias a Sandra por dedicarnos su tiempo y atención, su cuidado y preocupación por nuestra salud, pero, sobre todo, por transmitirnos su alegría y obligarnos a mantener la sonrisa en cada ejercicio.«